Dos Bocas, refinando corrupción


Por: Luis Cárdenas//eluniversal.com

  • Veremos si ensalzan a un empresario manchado de corrupción

“No hay peor olor que el que despide la bondad corrompida”
Henry David Thoreau
Seguramente, el próximo 2 de julio López Obrador inaugurará la
refinería Olmeca de Dos Bocas con un show muy parecido al
que hizo con el aeropuerto Felipe Ángeles: habrá acarreados
desgarrándose la garganta con porras a la 4T, habrá discursos
triunfales, ¡sí se pudo, sí se pudo!, habrá hasta tortas, refrescos
y tlayudas en una obra que será prácticamente inservible y que
seguirá en construcción después de toda la alharaca.
De acuerdo a Bloomberg, el costo de Dos Bocas rondará los
12,500 millones de dólares, casi 40% más que los 8,900 millones
inicialmente prometidos de presupuesto, pero el mayor
problema no pasa por el escandaloso sobrecosto sino por la
cada vez más evidente y documentada corrupción.
De entrada, el nombramiento, en 2019, de Leonardo Cornejo
Serrano como directivo de la refinería ha sido un tema
incómodo para la misma secretaria de Energía Rocío Nahle. El
funcionario ha sido involucrado e investigado por la FGR en la
trama de corrupción de Odebrecht, dada la asignación y
validación de contratos ejecutados por la empresa emblema de
corrupción para una obra en Tula durante el sexenio de Peña
Nieto.

investigación, Odebrecht habría pagado 6 millones de dólares en
sobornos a Emilio Lozoya, entonces jefe de Cornejo, para que se
le adjudicaran las obras de Tula.

Sin embargo, aún más escandaloso resulta el caso del
empresario hidalguense Juan Carlos Tapia Vargas, denunciado
penalmente por huachicoleo del poliducto Tula-Salamanca, bajo
el expediente FED/HGO/TULA/0000397/2017 y cuya empresa,
Cintapia, fue encontrada culpable de operaciones irregulares con
Odebrecht y sancionada por la Secretaría de la Función Pública
en el 2019, inhabilitando al empresario para obtener contratos
públicos por dos años y medio.
Pero el castigo para Tapia Vargas no duró ni dos meses, pues
mediante un tinglado de empresas fachada, como Mexicana de
Recipientes a Presión, logró adjudicarse, poco después de la
inhabilitación, el contrato PTI-ID-S007/2019 por más de 78
millones de dólares para la construcción del elefante blanco
insignia de López Obrador.
Además, otras empresas donde Tapia Vargas figura como
accionista relevante, como Mepi, CGI, Proesa o MAO han sido
subcontratadas por grandes consorcios como ICA o Samsung
Engineering para participar en casi todas las fases de la
construcción de la refinería.
¿Engañó Juan Carlos Tapia Vargas a PTI Infraestructura y
Desarrollo, la filial de Pemex creada para construir la Refinería y
a consorcios internacionales para obtener los contratos o más
bien “alguien” le ayudó a ganar la partida?
Las autoridades saben bien sobre estos hechos, hace unas
semanas fue presentada una denuncia ante diversas
dependencias, incluida la FGR; ya veremos sí no salen con que
“hay otros datos” y terminan ensalzando a un empresario
manchado de corrupción, pero 100% leal al régimen.
DE COLOFÓN.- Como el AIFA ha sido un fracaso, obligarán a
varias aerolíneas a operar desde ahí, se viene un decretazo que
reubicará varios vuelos para salir desde el Felipe Ángeles, si no
era por las buenas…
Y todavía faltan 881 días para que se termine el sexenio.

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